miércoles, 6 de enero de 2010

Remedio para lo realmente importante

—¿Tiene pastillas para el dolor?

—¿Analgésicos? ¿Qué le duele?

—No, analgésicos no. Lo que a mí me duele es el alma, tengo..., llamémoslo dolor emocional.

—Usted ha debido confundirse, esto es una farmacia. Aquí no hay nada de eso... y que yo sepa, no va a encontrarlo en ningún lado. Quien le podrá ayudar es un psicólogo, un consejero o algo así...

—Sí, claro, y si me duele la barriga o toso un médico, pero las pastillas las venden aquí. ¿Me quiere usted decir que hay remedio para el catarro, el dolor de cabeza, la otitis, pero no hay nada para el alma?

— Pppues, eso mismo, sí. No es algo que competa al medicamento...

—Permítame decirle, joven, que menudos medicamentos entonces, si no existe nada para lo que más veces duele a lo largo de nuestra vida, ¡¡para lo que verdaderamente importa!!